En Julio comenzó el Taller de danza en Villa 31. El mismo se realiza los sábados por la tarde y es coordinado por Clara Ferguson y Sofía Pérez.


Si bien el grupo de chicxs que participa no está plenamente consolidado aún, el taller cuenta con la participación de al menos diez chicxs fijos por sábado de 4 a 12 años y son en igual proporción nenes y nenas. “¡Eso fue algo que nos encantó! No imaginamos que los nenes iban a entusiasmarse tanto, a estar tan desenvueltos. Llegaron y nos mostraron como zapateaban, como bailaban reggaeton y nos pedían las canciones que les gustaban”, cuenta Sofía ilusionada.

En la actividad se busca desarrollar la expresión corporal, trabajando cada parte del cuerpo en particular y luego varias en conjunto a la vez que se van conectando con la música, con las profesoras y entre ellos. Para lograr esta conexión se realiza la actividad utilizando la técnica circular (ronda).

Sofía recuerda una anécdota especial de la primera clase de danza: “La primera clase, o el segundo encuentro, porque en el primero nos presentamos, comenzó muy correcta, lxs chicxs estuvieron muy atentxs y cumplieron con todas las consignas entusiasmadxs. Y llegando al final, ya cansadas nosotras y los profes que nos acompañaban de escuchar el waka-waka del mundial, seguían pidiendo bailar esa canción. ¡Se sabían toda la coreografía! Así que para finalizar la repetimos, y ellos terminaron haciendo un show sobre los bancos del aula, bailando a las cámaras de los profes. Fue muy divertido, un genial cierre de la primera clase”.


En el taller se le otorga muchísima importancia a la improvisación, se los incentiva incluso a ella para que puedan usar su cuerpo como medio de expresión, mediante baile libre e improvisaciones con consignas. Por ejemplo, se les indica que bailen con elementos y sonidos ajenos a la música (maracas, panderetas) o usando el propio cuerpo. De esta manera se busca que los chicxs puedan crear "su danza” mientras las coordinadoras siguen los pasos que ellxs proponen.

A medida que el grupo se vaya consolidando se irán agregando, paulatinamente, técnicas básicas de Danza Clásica, Danza Jazz y también elementos Contemporáneos. Aunque la idea, ante todo es que éstas sean herramientas que posibiliten su expresión mediante el cuerpo.



Una característica importante de cada integrante de Voces de Barro es que nunca pierde la capacidad de asombro y el amor por el trabajo en los barrios. Las profesoras de danza no son la excepción. Así es que Sofía nos cuenta cómo se siente con la experiencia: “La verdad es que este taller yo lo esperaba hace tiempo pero nunca había juntado la fuerza para encararlo. Eber me terminó de convencer y se lo agradezco un montón. Conocí a la gente de VdB y me sentí parte, era el lugar, era el momento y era la gente. Así que ahora, ¿cómo me siento? Estoy feliz, muy feliz, porque estoy cumpliendo un sueño, porque llevo conmigo toda la semana las sonrisas, besos, abrazos y llamados a "seño" que recibo los sábados. Compartir lo poquito que uno lleva encima, que es arte, que es danza, que es expresión, con alguien que lo puede sentir así, de manera tan auténtica, aprovechándolo hasta la risa, y además te lo agradece de esa manera, es todo”.

¡Muchos éxitos en lo que sigue y felicitaciones por el excelente trabajo que están llevando a cabo!