Cierre de actividades del 2009 en la Villa 31

Posteado por Voces de Barro el lunes, 22 de febrero de 2010 0 comentarios
Después de un largo 2009, de trabajo y esfuerzo; de alegrías y satisfacciones; el espacio del galpón en la Villa 31 se llenó de color. Merecíamos una gran fiesta para cerrar con broche de oro el año pasado.




Todas las actividades que conviven debajo de la autopista cada sábado nos movilizamos desde temprano para armar una jornada bien divertida para nuestros chicos; quienes vinieron, ansiosos y expectantes, a colaborar con la organización y la alegría.


 Alfajores multicolores



Verónica, quien será la ayudante de cocina del taller de Oficial Facturero que se realizará próximamente en el Olimpo; se ofreció a armar una mesa gigante de alfajores decorados por los chicos. El color pobló la manta que cubría el piso. Todos sentados, investigando las semillas, los chocolates, los saborizantes de frutilla. Era pura novedad para todos, ¡¡y nos divertimos mucho!! La idea de esta actividad era generar un espacio de cierre en el que todos trabajaran conjuntamente, seguir reforzando los valores de solidaridad, colaboración y trabajo en equipo entre los niños. Hacerles sentir indispensables para que salga bien el trabajo del otro. Todo esto sumado a la alegría de cada uno de nosotros, quienes después comimos de los riquísimos alfajores que nos compartieron los niños; hizo de la mañana del 19 de diciembre, una jornada preciosa que apenas comenzaba.



Actividad de Plástica
Después del delicioso desayuno, nos avocamos a la preparación de la actividad de plástica junto a las profesoras del taller. Los niños aman pintar, les encantan las témperas y combinan colores magistralmente, ¡porque todos nacieron artistas sensibles! Finalmente, se mostraron los trabajos de los niños y nos dispusimos a preparar la tan esperada obra de teatro…





Manuelita, Plumita y el Vaquero gringo
Paula, la coordinadora y profesora del taller de teatro, durante todo el año nos hizo practicar la obra de Manuelita, Plumita y el Vaquero gringo. Cuando llegó el momento, estábamos todos esperando ansiosos la puesta en escena y debut de Tamara (Manuelita), Jean Pierre (Vaquero) y nuestra profe estrella, Florencia (Plumita).




¡¡Fue todo un éxito!!


A pesar del nerviosismo del momento, de las 40 miradas sobre los actores y del calor; el desenvolvimiento sobre el improvisado escenario fue excelente. Para este año, después de semejante presentación, habrán muchos más niños trabajando en el taller. Ese mismo día se acercaron varios para pedir participar durante el 2010.
Lo importante es que se logre el espacio de intercambio, de conexión entre los niños; donde se puedan reforzar los lazos y redescubrirse a sí mismos. Sabemos que el teatro es una manifestación muy completa, que nos permite abrirnos a otro tipo de lenguaje, ser nosotros mismos ayudados de personajes disímiles. Nuestros niños tienen este espacio de contacto entre ellos, en donde se divierten, crean y aprenden.

El Panadero
Nuestra amiga y, próximamente, profesora del que será nuestro taller de títeres en la Villa 31; nos regaló una presentación impresionante para cerrar la actividad de ese día y el año.




El Panadero es una obra realizada con marionetas gigantes. Toda la escenografía dispuesta, despertaba la curiosidad de los niños. Una obra llena de mensajes claros para que lleguen a los niños, pero también es una obra para adultos.

Es un dulce y amable señor, Panadero, que hace panes cada mañana para todos los vecinos. Pero sus panes son deliciosos y todos queríamos probarlos aquel día. El olor de la masa recién horneada atrajo la atención de un personaje no tan feliz. Un abogado con maletín, sombrero y anteojos oscuros. ¡Resultó ser el diablo! Quería comerse todos los panes del panadero y obligarlo a hacerlos solo para él. Quería comprar su negocio y volverlo un esclavo. Pero los niños desorbitados le gritaban al panadero que no le diera el pan y corrían al diablo por el galpón para evitar que le hiciera daño al buen señor.
Finalmente, cuando entre todos lograron darle una lección al personaje malo del cuento, se lanzaron todos los niños a saludar al panadero. No importaba que fuera un muñeco del tamaño de sus profes. Querían besarlo y abrazarlo porque “es una persona muy buena”, decían. Además de la curiosidad que les despertaba el juguete gigante. Todos investigaban felices.
La lluvia nos avizoró el cierre de la jornada. Fue un día largo lleno de gratas sorpresas. El diluvio que inundó la villa nos refrescó un poco del calor y acompañó hasta la salida. Los niños quedaron contentos y extenuados, como nosotros.

Esperamos un 2010 con mucho trabajo, tanto o más que el recién finalizado 2009. Queremos más niños y profesores para seguir haciendo actividades como esta, para seguir acompañando el crecimiento de estos niños que, con cada año, se nos van aferrando inevitablemente en el pecho, como si ya fueran parte de cada uno de nosotros. Ya lo son.


 

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