Gracias a todos/as los/as que colaboraron con las donaciones, a la Escuela Arcoíris, al Jardín Ramón Castro, al Instituto French, a Monique Arnold que donó el transporte, a La Veloz del Norte que realizó descuentos en los pasajes para poder viajar, a Emilse, Javier y Edgardo que fueron nuestro nexo en Mosconi, y a la cálida bienvenida de la comunidad Wichí, en particular la Misión Pérez que recibió a los voluntarios; el viaje fue una experiencia inolvidable para la organización.
Durante los casi diez días que Voces de Barro compartió con la Comunidad Wichí se realizaron actividades artísticas y lúdicas que obtuvieron gran participación de adultos y niños: juegos con música, plástica, etc. También se realizaron charlas en las que Voces contó a los integrantes de la comunidad cuestiones de organización interna que llevaba a cabo en Buenos Aires y que quizás pudieran servirles para pensar su modo de organización. También se los concientizó acerca de la importancia de la higiene en temas de salubridad y se los ayudó a crear un basural donde quemar periódicamente los residuos.
A continuación podés leer el relato de todo el viaje, la contextualización y el detalle de las actividades realizadas en conjunto con los miembros de la comunidad Wichí que tan cálidamente recibieron a la comisión de Voces y le enseñaron su cultura y costumbres desde la más generosa calidez.
El relato del viaje
Voces de Barro visitó a la Comunidad Wichí de General Mosconi, Salta, entre el 21 y el 29 de mayo. La comisión de voluntarios que viajó estuvo conformada por: Rocío Galibert, Ayelen Pandolfi Chediac, Natalí Risso, Jerónimo del Castillo, Carlos Iñurrategui, Tomás “Eber” Landi, Leandro Caruso e Ildefonso Galibert. Además se sumaron alumnos de la escuelita de Música de Soldati: Jonathan Soliz, Pablo Tintilay y Fabricio Vicenti.
Se realizaron varias reuniones previas al viaje, donde se consensuaron algunas actividades para realizar con la comunidad a partir de experiencias en los talleres que realiza Voces de Barro y teniendo en cuenta como punto de partida nuestra misión y objetivos. También se organizaron las donaciones, se clasificaron y embalaron prolijamente. La comisión logró conformarse como un equipo de trabajo sólido y motivado.
“Antes de partir había muchas expectativas, no sabíamos bien con que nos íbamos a encontrar, cuál sería la respuesta de la gente, cómo nos iban a recibir, si podríamos integrarnos, conversar, intercambiar vivencias, experiencias, si podríamos entendernos (teniendo en cuenta la diferencia de idioma), aprender algo de ellos, conocer sus necesidades, su organización, su vínculo con la sociedad de Mosconi y muchas preguntas más eran las que nos planteamos antes de subirnos al micro rumbo a Salta” recuerda Fonso, Coordinador de la Escuelita de Música.
En la terminal de Mosconi los recibieron Emilce Móvile (Psicóloga), Javier Rodriguez (Médico) y Edgardo, las tres personas locales que cálidamente los alojaron durante esos días. Los tres vienen trabajando con la comunidad desde hace un tiempo.
Contexto
Las Misiones Wichis de Mosconi (nombre que sigue usándose actualmente a pesar de hacer referencia al genocidio español), están ubicadas a 2Km del centro del pueblo, cruzando la ruta, frente al Cementerio. Están compuestas aproximadamente por 500 familias, que a su vez están organizadas en 12 Misiones, representadas por 12 Caciques y un Cacique General de toda la Comunidad.
En este primer viaje Voces de Barro intercambió experiencias con la Misión Pérez principalmente, que está conformada por 18 familias. Aunque también participó de la experiencia la Misión Tuscal y se conocieron las demás misiones en una recorrida..
Por costumbre y tradición, los Wichis son cazadores y recolectores nómades y no trabajan la tierra. Las mujeres tejen con lanas y chaguar, elaborando bolsos, morrales, fajas, ropa, adornos, cortinas y pequeños utensilios.
La situación general de toda la Comunidad es de extrema pobreza. No tienen alimentos, los niveles de desnutrición son altos (especialmente en los niños), cada vez son más los desplazados de sus tierras ancestrales (ante el avance de la soja y la destrucción del medio ambiente que les proveía alimentos) y tienen altísimos niveles de deserción escolar. Todas estas condiciones acrecientan el lento y silenciado etnocidio que enfrentan y resisten, ante el incumplimiento de los estados nacional y provincial que alientan el sufrimiento y desaparición de las culturas originarias.
Otro factor que deben enfrentar los wichis es la discriminación. Cuando caminan por el pueblo, cuando se acercan a una oficina pública, cuando van a la guardia del hospital o al querer usar un medio de transporte. No pueden trasladarse con facilidad de un lugar a otro, ya que los micros y combis no los dejan subir. En las farmacias no les venden los medicamentos, aunque tengan la receta correspondiente, que tanto esfuerzo les llevó conseguir en el hospital público. En las escuelas, el grado de deserción de los niños y jóvenes es altísimo debido entre otras razones a la imposición de otra cultura y el no respeto a las diversidades culturales. Relegar sistemáticamente, someter y excluir, son moneda corriente en la mayoría de las Instituciones educativas de Mosconi y Tartagal. Como consecuencia de ello el analfabetismo supera el 90% en la comunidad.
Las viviendas son muy precarias. No tienen servicio de agua potable, ni energía eléctrica.
Por debajo de sus tierras pasan seis gasoductos que trasportan gas y combustible por lo que se ha vuelto una zona de alto riesgo.
El Trabajo en la Comunidad
El recibimiento de la Comunidad a la comisión de Voces de Barro superó ampliamente las expectativas. Rápidamente se generó un vínculo de confianza con los chicos a través del juego, la música y la plástica, que fueron las actividades planteadas para los primeros días. María, la mujer del Cacique Pérez, fue quien los introdujo en contexto a grandes rasgos de la situación actual de la Comunidad, sus necesidades y su visión a futuro.
“Nos sorprendimos por el recibimiento. Los niños se acoplaron a las propuestas de trabajo, pasaron solo cinco minutos para que estén todos sentados y pintando, confeccionando una lámina, contentos. Muy pocos conocían las témperas y los pinceles. También las mujeres más grandes armaron una mesa y se pusieron a trabajar a la par de los más chicos. Todos asintieron las consignas, predispuestos y abiertos a compartir un buen momento” cuenta Fonso.
Los juegos con música consistieron en canciones infantiles, cumbias y reggaeton para las cuales se armaron rondas, trencitos y pasos de baile. Se vivió un clima de ánimo, motivación y alegría.
Al caer la tarde se armaron los equipos de fútbol mixto y el juego se llevo a cabo en un descampado de tierra donde se armaron los arcos con piedras del lugar.
Los almuerzos fueron compartidos en su mayoría. María tenía siempre el fuego prendido y a la hora del mediodía colocaba una olla de dimensiones considerables para preparar fideos, polenta o arroz para todos.
Al cuarto día, luego de haber generado lazos de confianza, Voces propuso algunas actividades referidas a la organización de la comunidad. Una de ellas fue organizar la basura. No tenían tachos y bolsas donde juntarla y tiraban todos los desechos en la tierra. La comisión de Voces conversó del tema con Pérez y María y se acordó en cavar un pozo donde puedan acumular todos los desechos y posteriormente quemarlos.
Después de varias horas de trabajo quedó terminado “el basurero”. Entre todos se juntó la basura que abundaba por los alrededores y se realizó la primera quema.
Luego se realizaron charlas donde se habló de la importancia de tener la basura en un mismo lugar. También se habló acerca de que un segundo paso implicaría separar los residuos orgánicos y los inorgánicos, y de la importancia del reciclaje en el cuidado del medio ambiente.
Otra actividad organizada para los últimos días fue una charla sobre organizaciones sociales. La reunión fue con los más grandes, el Cacique Pérez, María, Facundo (consejero del cacique), Ariel y Jorge (hijos de María), dos de las hijas mayores de María y algunos más. Entre mate y mate se conversó sobre cómo organizarse como comunidad. La comisión de Voces les contó acerca del Movimiento Nacional Indígena Campesino: cómo se organiza, qué otras organizaciones agrupa en el NOA y NEA, cuáles son sus objetivos a corto y largo plazo, porqué luchan, cómo se definen como grupo, etc. Paralelamente se reflexionó acerca de cómo la comunidad Wichí podía empezar a generar conciencia de organización para pelear por sus derechos, sus tierras, su economía, educación y muchas cosas más.
La gesta de Voces de Barro Mosconi
Tanto en la comunidad Wichí como en la sociedad del pueblo de Mosconi Voces generó un impacto muy grande con su presencia y trabajo.
Una de las noches Emilce invitó a los integrantes de Voces de Barro a conversar con 120 alumnos del Terciario local donde ella es docente del Profesorado de Inglés y Rebeca, una amiga, de la carrera de Planificación ambiental.
Voces contó allí la misión y los objetivos que tenemos como organización social, el trabajo en los barrios desde los inicios, la importancia de la militancia social activa, comprometida, responsable y consciente en pos de la inclusión social. También se conversó acerca del trabajo realizado en Mosconi, de la labor emprendida en la Comunidad Wichí y del entusiasmo, las ganas y la motivación con la que se estaba encarando la tarea.
La repercusión fue muy satisfactoria, muchos alumnos se identificaron con el discurso de Voces, preguntaron si ellos podrían generar algo así en Mosconi. En ese punto se focalizó la propuesta de Voces.. De la mano de Emilce como referente se constituyó la delegación de Voces de Barro General Mosconi. Luego de la charla se confirmo un día y horario de encuentro con posibles voluntarios que se quisieran sumar a la iniciativa.
La partida y conclusiones
Los últimos días estuvieron plagados de sensaciones mezcladas. Al respecto sostiene Fonso: “fueron 7 días muy intensos, nos enfrentarnos a una realidad social muy dura y a un contexto social muy complejo, al que solo conocíamos por libros o comentarios”
Cuando los tres voluntarios de Voces que quedaban ese día llegaron a la Misión, los esperaban en ronda alrededor del fuego el Cacique Pérez, Patricio, Ariel, Jorge, María y sus hijas más grandes, y algunos niños jugando alrededor. Entre mates comenzó la despedida. Se fueron sacando conclusiones, intercambiando agradecimientos, proyectando la vuelta y soltando algún que otro lagrimón.
Voces les dejó como recuerdo una foto grupal dedicada en el escaso Wichí que habían aprendido en esos días. A su vez los Wichis les regalaron la siguiente carta de despedida y agradecimiento…
Luego de las palabras finales y los abrazos, todos se aunaron en una oración propia de la cultura wichí. Empezó a llover y los wichis dijeron que era el llanto de la tristeza, aunque con tintes de alegría, por nuestra partida, ya que se trataba de un regalo de la naturaleza.
“Nos sentíamos ya parte de ellos y ellos también de nosotros. Nos abrieron sus casas, sus vidas, experiencias y por sobre todas las cosas su corazón”, reflexiona Fonso.
Ya en el micro de vuelta a Buenos Aires, aún congojados por la partida, la Comisión de Voces sentía que llevába el alma llena. Convencidos de que habían dejado allí en Mosconi el pequeño granito de arena como militantes sociales comprometidos por una sociedad mas justa.
Anónimo Gracias, Gracias , Gracias...! No tengo mas palabras