Hoy celebramos el aniversario de la aprobación de la Declaración Universal de los Derechos Humanos por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 1948. La ONU invitó en 1950 a todos los Estados miembro a conmemorar esta fecha por medio de la resolución 423.
La Declaración Universal de los derechos humanos establece que “todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos, y que no pueden ser objeto de discriminación por su nacionalidad, origen étnico, raza, sexo, religión, opinión política, riqueza o posición económica”.
A pesar de ello, recién en 1993 durante la Conferencia Internacional sobre Derechos Humanos en Viena, Austria, se reconoció que “los derechos humanos de la mujer y de la niña son parte inalienable, integrante e indivisible de los Derechos Humanos Universales. La plena participación en condiciones de igualdad de la mujer en la vida política, civil económica, social y cultural, en los planos nacional, regional e internacional y la erradicación de todas las formas de discriminación basadas en el sexo, son objetivos prioritarios de la comunidad internacional. La violencia y todas las formas de acoso y explotación sexuales, en particular las derivadas de prejuicios culturales y de la trata internacional de personas, son incompatibles con la dignidad de la persona humana y deben ser eliminadas”.
La lucha por los derechos humanos debe ser una bandera que llevemos todos y todas a diario ya que aún existen infinitas formas en la que estos derechos son violados o ignorados como en todo el mundo: la discriminación de género, etnia, religión, identidad sexual, la violencia verbal y física, las diversas formas de explotación laboral, sexual o psicológica, los abusos, la desigualdad de oportunidades, los golpes de estado como el de la hermana nación de Honduras, la falta de información y educación en muchos sectores, la falta de oportunidades, etc.
Desde Voces de Barro para la Inclusión Social celebramos el día e invitamos a todos y todas a defender y hacer valer los derechos humanos, a celebrar los logros alcanzados y a seguir luchando por los que aún faltan.